Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

"Probervios y Cantares" (Antonio Machado)

jueves, 24 de febrero de 2011

SER ALGUIEN EN LAS REDES SOCIALES

Las nuevas tecnologías, y lo que llevan aparejado, se están imponiendo en una sociedad frenética de informaciones permanentes que nos llegan desde todos los lugares y puntos de vista posibles. Al calor del avance de estos nuevos medios y recursos, hay quien sabe ver el beneficio de estar presente en ellos, de involucrarse en los foros de creación de opinión y de hacerse ver y valer en ellos.

La revista Time hace cada año la lista de las cien personas más influyentes del mundo. En estos últimos años, uno de los parámetros que influyen en esta lista (por supuesto no el único) es su presencia en las redes sociales (principalmente facebook y twitter).Hay también multitud de “rankings” creados a partir de los seguidores en las redes sociales. Es por ello que estas redes han pasado ya a ser un medio más de comunicación en el que si bien todos podemos participar, siguen siendo los políticos, periodistas, magnates, artistas, deportistas, etc los que vuelven a llevar la iniciativa, aunque hoy día es posible que personas completamente anónimas participen e incluso lideren estos foros y movimientos sociales. Hace poco tiempo, los que estaban en la red eran los pioneros, ahora los que no están presentes quedan en un segundo plano. Hasta tal punto, que muchos medios de comunicación lo utilizan ya como una fuente de noticias (véase la famosa foto del cumpleaños de Piqué, el defensa del futbol club Barcelona, publicada en todas las televisiones y medios gráficos del país y que todos obtienen de su perfil de facebook). De forma que si no estás presente en la red, nadie hablará de ti.

Podemos intentar estar por encima del bien y del mal, no caer en banalidades y superficialidades, pero hemos de darnos cuenta de que simplemente estamos retrasando lo inevitable y quizá perdiendo un tiempo valiosísimo.
En los siguientes enlaces (*) queda de manifiesto la importancia de las redes sociales en la popularidad de marcas y personajes.
-          Ranking perfiles facebook
-          Ranking personajes en facebook

(*) Estos enlaces son de fechas diversas, por lo que algunos datos pueden estar desfasados o diferir entre unas páginas u otras.
(ver artículo completo)

martes, 15 de febrero de 2011

COYUNTURA y TUNEZ y EGIPTO.

Acostumbro a decir que me encuentro entre esas personas que no creemos en el destino y “entes” similares. Sin embargo creo firmemente en el concepto de oportunidad, tanto temporal como espacial. Seguramente todos hemos pensado que nuestras vidas serían diferentes si hubiésemos o no estado en un determinado lugar y en un determinado momento. En las últimas semanas me abordan mil ideas en torno a los acontecimientos que están dándose en Egipto y todo lo que de esto se deriva. Desde la reacción internacional a la opinión pública más cercana a cada uno de nosotros.
Las oportunidades “espaciales” que tenemos los que vivimos en Europa (tampoco nos confundamos, son oportunidades que nuestros propios padres no tuvieron), la oportunidad en el ”tiempo” que disfruta la república Tunecina (no olvidando que hoy día se habla de más de 200 muertos para una revolución pacífica), que ha conseguido en unos días lo que tiene aspecto de no resolverse en Egipto (*) en los próximos meses.

Si echamos un vistazo al diccionario (sana y olvidada costumbre), coyuntura es la “combinación de factores y circunstancias que, para la decisión de un asunto importante, se presentará en una nación”.
Muchos son los miedos que rondarán la cabeza de esos millones de seres humanos cuyo destino, sea por la coyuntura o por la oportunidad, está en manos de un pequeño grupo de megalómanos cuyos intereses sociales, económicos, políticos, geoestratégicos, al menos a mi, no me quedan del todo claros. Como dice el refrán, “doctores tiene la santa madre iglesia”. Lo que si empieza a quedarme claro es la dramática situación que esos millones de personas están viviendo. ¿Qué ocurrirá cuando las cámaras de televisión se olviden de su realidad? ¿Qué pasará cuando la diplomacia internacional enfríe las exigencias a un gobierno que todos damos por entado es ilícito? ¿Occidente se puede permitir un nuevo cambio en un país de confesión musulmana? ¿Habrá elecciones libres en Egipto en Septiembre?

La experiencia me dice que muy probablemente nos olvidemos enseguida, como nos hemos olvidado del tsunami de Indonesia, del terremoto de Haití o de los mineros chilenos entre tantos ejemplos. Seguramente otras preguntas nos pueden dar alguna pista. ¿Qué ocurriría si triunfa la revolución en Egipto? ¿Es creíble pensar en un efecto dominó entre otros países del entorno? ¿Y entre otros países musulmanes? ¿Es real la desestabilización en torno a Israel si hay un cambio de régimen? ¿Están (estamos) los países europeos dispuestos a colaborar, a presionar para lograra impulsar un cambio político, un cambio en el “orden mundial”? ¿Por qué hay tantas dudas y divagaciones entre los principales dirigentes internacionales? ¿Qué es lo que no quieren decir?
Es muy complicado augurar nada, pero no puedo dejar de preocuparme por lo que es tan obvio que puede ocurrir. La represión sobre los instigadores, la manipulación de la información, unas nuevas elecciones poco o nada transparentes ni legítimas.
¿Somos meros espectadores, o somos frente común con aquellos países que están ahora reclamando lo que nosotros quisimos para nosotros hace ya años?. En la era de los medios, en un mundo donde la tan mencionada globalización nos permite interactuar con cualquier lugar del mundo, ¿nos planteamos realmente cual es nuestra posición ante tales acontecimientos? ¿Es posible tener una posición diferente de la que transmite oficialmente el gobierno de cada país? Solo hay que recordar que esto ya ha ocurrido más veces, como con las manifestaciones pro-palestinos, pro-saharauis, cuando la población, los medios se han manifestado en el mismo o en sentido contrario a la postura oficial del gobierno. Sin embargo, en esta ocasión, estamos en casa viendo una película que no parece tener un guión que vaya mucho con nosotros. No se cuales son los miedos que nos asaltan, pero desde luego, la tibia respuesta institucional y popular en toda Europa, da un poco de vergüenza. Sigue habiendo tabús frente a otras culturas y otros pueblos y no somos capaces de mirar hacia atrás y ver situaciones muy similares en nuestra propia piel. Qué bonito sería bonito sería volver a la revolución de los claveles, y otras tantas que ya hemos olvidado (de la revolución de los claveles a la revolución de los jazmines. Diario el mundo).

(*) Este texto fue preparado en su mayoría antes de la decisión de Mubarak de abandonar el cargo el pasado día 12 de febrero. Sin embargo, al releerlo, salvo algunas frases, creo que sigue teniendo vigencia. Que los miedos que atenazan a la población siguen siendo más o menos los mismos y que la opinión internacional ha movido su foco de atención a nuevos conflictos, dejando que Egipto navegue en solitario hacia su “posible” democracia. Esperemos que sea así y no se tenga que lamentar la tibieza que hasta ahora ha habido. Yemen, Argelia, Irán son otros de los países que están intentando sumarse a esta ola de libertades que tanto le cuesta avanzar. Curiosamente, aquí las posturas internacionales son muy diferentes. ¿son diferentes las posturas ante la democracia? ¿son diferentes los intereses que allí nos ocupan? Veremos cuál es el final, seamos optimistas.
 

sábado, 5 de febrero de 2011

RE-memorando

No quería dejar de pasar la oportunidad de traer aquí un ejemplo de ejercicio de la memoria.
Es el ejercicio diario de forges en sus viñetas

Por algo se empieza, ¿verdad?

martes, 1 de febrero de 2011

HISTORIAS DE LA MEMORIA. MEMORIA HISTÉRICA

Haciendo un uso un tanto arbitrario de la etimología de las palabras, para reflexionar un poco acerca de la memoria, tan en boca de todos antes, ahora y siempre. Quiero referirme, entre otras, a la memoria a la que recurrimos de vez en cuando volviendo la vista atrás, para descubrir que Naranjito sigue siendo tan gracioso como era (muy poco), que Marco sigue sin encontrar a su madre, que el gol de Marcelino sigue siendo sólo un gol (ni siquiera). Han pasado tantas cosas en nuestras vidas, y por supuesto en la de los demás, en tantos momentos y en tantos y tantos lugares desde siempre y hasta nuestros días.
En la memoria están los grandes acontecimientos de la historia. De la historia de los demás y de nuestra propia historia, también los grandes y pequeños momentos de nuestra historia. Están nuestros recuerdos más recientes, los de este fin de semana, de ese programa de televisión, ese chiste fácil que tenemos grabado en la memoria, esos instantes que bombardean nuestro día a día vía correo, flash, mensaje o impulso neuronal involuntario, y los recuerdos de “siempre”.
La memoria es la base del aprendizaje y el cimiento de la experiencia. Es lo que nos arrastra a tomar gran parte de las decisiones de nuestra vida. Cuando tomamos una decisión, ya sea esta personal, social, profesional, etc, nos basamos en nuestra experiencia previa, en lo que hemos ido aprendiendo, en lo que hemos visto, oído, vivido, desde que somos niños hasta el día en que vivimos.
Lo que sorprende, aunque no mucho, es la extraña capacidad de abstracción que parecemos tener para interrumpir el recuerdo continuo de nuestras vivencias, resaltando únicamente una pequeña parte de ellos. Llámese memoria selectiva, llámese memoria reciente, o como se nos ocurra. Y es especialmente llamativo, cómo con el conocimiento de estos aspectos somos capaces de organizar una campaña de marketing o una campaña electoral (si es que no es lo mismo). Lo hacemos continuamente en nuestro día a día. Intentamos que los demás recuerden de nosotros aquellos aspectos que nos refuerzan, que nos reafirman, escondiendo a su vez aquello que nos gustaría alejar de la memoria. Nuestra o ajena. Este acto reflejo o no, que todos tenemos, es origen de la común manipulación social, política, económica, religiosa, etc. El objetivo puede ser conseguir que no lleguen a nuestra memoria aquellos recuerdos que ponen en evidencia tantos intereses e intenciones sino aviesos, al menos de dudosa legitimidad (en el sentido menos estricto del término). Es frecuente ver, oir como en una situación hacemos, decimos, pensamos de una manera y poco después cambiamos drásticamente al calor de un puesto político, directivo, etc. Lo que ha ocurrido y ocurre frecuentemente en casi todos los cargos, en España y resto del mundo, en comunidades y ayuntamientos, en todas partes. Se podrían poner muchos ejemplos, pero estoy seguro de que cualquiera de nosotros tiene en mente más de un caso.
Parece demasiado pretencioso creer que podemos acabar con algo que pudiera ser intrínseco a nuestra propia naturaleza. Sin embargo si da un poco de pena afrontar una pelea sin oponente. Así que haciendo las veces de abogado del diablo, a veces pienso si no valdría la pena rescatar de la memoria algunas, muchas, cosas que parecen olvidadas y que arrojan luz sobre tanto cinismo que nos envuelve. Suena a risa cuando ese ejercicio de libertad, liberación y libertinaje se transforma en la memoria “histérica” (si se me permite el dislate), uno más de tantos ejercicios de manipulación, en el que con el uso de una palabra tratamos de apropiarnos de la legitimidad, de la reafirmación de unos valores en pro de un uso particular frente a una realidad más amplia, más compleja, más real. Y mucho peor si eso lo transformamos en ley. A veces me pregunto si es honesto convertir en ley nuestra ideología. ¿Es un paso atrás?
Cuando en nuestra vida diaria tomamos una decisión, buscamos información contrastada, segundas opiniones, opiniones enfrentadas. Frecuentemente nuestras opiniones se basan en prejuicios o imágenes favorables que dependen de nuestra experiencia, nuestra memoria, y la de aquellos que tienen cierta influencia, no necesariamente negativa, sobre nosotros y nuestra forma de pensar. Otras veces, nos resulta muy fácil dejarnos seducir por la comodidad de la amnesia temporal inducida. Quizá sea buena una invitación a la reflexión en torno a aquellos aspectos importantes de nuestra vida. Otro tema a tratar es hacernos ver que determinados “asuntos” también son o deben ser importantes para nosotros, además de Naranjito.